lunes, 17 de febrero de 2014

La gran autopista eléctrica de Alemania.

El abandono total de la energía nuclear por parte de Alemania ha sumido al sector energético alemán, por el momento, en un sin sentido.
El país se ha visto obligado a recurrir al carbón, volviendo a niveles de CO2 incompatibles con los acuerdos internacionales, y a importar energía nuclear, lo que ha incentivado la instalación de nuevas centrales a 20 kilómetros de su frontera con Holanda y con Francia, algo que en términos de riesgo, que era lo que se pretendía evitar, significa seguir durmiendo sobre los reactores.
Se está trabajando en un proyecto hercúleo, este proyecto dispone de un presupuesto de 13500 millones de euros y consistirá en que se permitirá que en 30 años el 80% de la energía utilizada en Alemania sea de origen renovable. Más de 5.000 kilómetros de tendido eléctrico serán instalados de norte a sur para llevar la energía de los 23.600 molinos ya instalados y que aumentan a un ritmo del 30% cada año hasta las zonas más industrializadas del país.
El gobierno no puede permitirse un rechazo porque la apuesta sobre la mesa es muy alta. Con menos de la mitad de horas de sol que la vieja piel de toro, la locomotora de Europa invirtió en 2012, solo en producción de energía fotovoltáica, más que España en toda su historia. Gabriel ya ha reconocido que las subvenciones a las renovables "no son sostenibles" y que la única vía es facilitar su comercialización allí donde son necesarias.
Noticia facilitada por el alumno: J.B.F.

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