jueves, 24 de abril de 2014

El BCE estudia la compra de bonos para combatir la deflación, según Der Spiegel

Un primer programa de choque supondría la compra de títulos por valor de un billón de euros

El Banco Central Europeo (BCE) se plantea lanzar un programa de compra de bonos para dar una inyección de liquidez al mercado y combatir así los riesgos deflacionarios, según informaciones que publica la revista alemana Der Spiegel en su edición de la próxima semana.La revista recuerda la última rueda de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, en la que este dijo que se podrían combatir con medios no convencionales las tendencias deflacionarias, si estas resultaban amenazantes.Aunque Der Spiegel dice que Draghi ha señalado que de momento no hay necesidad de actuar al respecto, los expertos del BCE ya están preparando las medidas correspondientes. En un comienzo, habría un programa de compra de bonos por valor de un billón de euros y si este no resulta suficiente se lanzaría un segundo programa.De momento, según la revista, los expertos examinan qué bonos de deuda soberana debería comprar el BCE en caso de que el programa se lleve a la práctica. Una variante sería guiarse por la cuota de capital que tienen los estados miembros de la eurozona en el BCE.En ese caso, un 25% de los títulos comprados serían alemanes, un 20% franceses y un 18 por ciento italianos. El programa también podría incluir la compra de bonos privados. Fuentes citadas pero no identificadas por Der Spiegel señalan que entre los expertos del BCE un programa de compra de bonos es considerado como un último recurso. Draghi, según la publicación, quiere tener los planes preparados como un arma de última hora, pero de momento nadie quiere que se lleven a la práctica.

Noticia facilitada por el alumno: J.B.

5 comentarios:

  1. El Banco Central Europeo (BCE) se plantea lanzar un programa de compra de bonos para dar una inyección de liquidez al mercado y combatir así los riesgos deflacionarios, según informaciones que publica la revista alemana Der Spiegel en su edición de la próxima semana.

    La revista recuerda la última rueda de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, en la que este dijo que se podrían combatir con medios no convencionales las tendencias deflacionarias, si estas resultaban amenazantes.

    Aunque Der Spiegel dice que Draghi ha señalado que de momento no hay necesidad de actuar al respecto, los expertos del BCE ya están preparando las medidas correspondientes. En un comienzo, habría un programa de compra de bonos por valor de un billón de euros y si este no resulta suficiente se lanzaría un segundo programa.

    De momento, según la revista, los expertos examinan qué bonos de deuda soberana debería comprar el BCE en caso de que el programa se lleve a la práctica. Una variante sería guiarse por la cuota de capital que tienen los estados miembros de la eurozona en el BCE.

    En ese caso, un 25% de los títulos comprados serían alemanes, un 20% franceses y un 18 por ciento italianos. El programa también podría incluir la compra de bonos privados. Fuentes citadas pero no identificadas por Der Spiegel señalan que entre los expertos del BCE un programa de compra de bonos es considerado como un último recurso. Draghi, según la publicación, quiere tener los planes preparados como un arma de última hora, pero de momento nadie quiere que se lleven a
    la práctica.

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  2. El Banco Central Europeo ha comprado 73.500 millones de euros en bonos de los países de la periferia europea para salvar a la moneda única. El viernes, poco antes de la cena navideña, y mientras el gobierno chino ultimaba los detalles de su alza de tasas de interés y el freno a la importación de vehículos europeos, el BCE intervenía fuertemente en los mercados comprando 1.120 millones de euros más. Una cifra que se sumó solapada y tranquilamente a los 603 millones del lunes 20, completando 1.723 millones en una sola semana como se está haciendo habitual.

    Estas operaciones ponen de relieve que el BCE se ha visto obligado a actuar para evitar que los costes de la deuda se pongan fuera de control y desestabilicen a los gobiernos. La intervención, sin embargo, es una operación que se está haciendo a espaldas de la gente y sin dar detalles, siguiendo el camino iniciado por la Reserva Federal de Estados Unidos en junio de 2008. De acuerdo a Jean Claude Trichet, este programa es “temporal” y tiene por objeto “suavizar el funcionamiento de algunos mercados de bonos para mejorar la transmisión de la política monetaria”.


    El BCE sostiene que su acción está dirigida a corregir los mercados financieros de mal funcionamiento, y que no permitirá una expansión monetaria al estilo de la flexibilización cuantitativa ideada por la Fed para apoyar a economía. En todo caso, los efectos de estas inyecciones cuantitativas son los mismos, y tarde o temprano el BCE deberá reabsorber el sistema financiero para compensar el impacto inflacionario de su acción.

    El BCE comenzó a comprar bonos en mayo, en el momento de mayor efervescencia de la crisis de la deuda griega. Después de compras semanales por valor de 10 mil millones de euros, el programa fue reducido, con cifras semanales que a veces caen a cero (ver gráfica).

    Pero a principios de diciembre, el programa se reactivó. Y aunque el BCE no da detalles precisos, se cree que estas compras se han concentrado en bonos de Portugal e Irlanda, donde se ha instalado el epicentro de las tensiones del mercado financiero. El total de compras llega a los 73.500 millones de euros, y todo indica que seguirá aumentando. ALUMNO 1° BACHILLERATO C ,JAVIER MOYA BLANCO

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  3. CONSECUENCIAS INFLACIONARIAS DE LA COMPRA DE BONOS POR EL BCE.
    Los pedidos para que el Banco Central Europeo se lance de lleno a un programa de compra de bonos son ensordecedores.
    Pero incluso si fuera legal que el BCE comprara grandes cantidades de deuda soberana sin esterilizar de países de la periferia de la eurozona -y existe bastante polémica sobre si esto es legal o cómo el BCE podría sortear las restricciones- no está del todo claro que las compras de bonos necesariamente salvarán al euro. De hecho, esto podría sólo ser otra ruta levemente más larga hacia su destrucción final.
    Ello porque incluso si el BCE pudiera evitar el riesgo moral que probablemente implicaría comprar bonos de países sobrendeudados de la periferia de la eurozona -probablemente porque fue acompañado por normas fiscales aplicadas en forma muy estricta- esto detonaría con toda probabilidad un brote muy serio de inflación en países del centro de Europa. Una inflación lo suficientemente seria para que estos países europeos quieran abandonar la moneda común.
    Espere un minuto, afirman quienes presionan por las compras de bonos; el Banco de Japón, la Fed y el Banco de Inglaterra han permitido que sus hojas de balance aumenten enormemente mediante programas similares sin detonar la hiperinflación que anticipan los más estrictos. ¿Por qué debería ser distinto para el BCE?
    Primero, sería absurdo argumentar que la flexibilización cuantitativa por parte del Banco de Japón, la Fed y el Banco de Inglaterra finalmente no será muy inflacionaria, sobre todo cuando los inversionistas saben que estos bancos centrales tendrán miedo de retirar el estímulo monetario demasiado pronto por temor a dañar sus economías, y entonces será demasiado tarde.
    Pero, hasta ahora, la expectativa es que todos estos bancos centrales, cuando llegue la hora de la verdad, continuarán con sus mandatos de estabilidad de precios. Merecida o no, todos estos bancos centrales mantienen su credibilidad en la lucha contra la inflación.
    Los inversionistas también creen que el BCE luchará por la estabilidad de precios. Pero no si comienza a comprar bonos. John Hussman, administrador de fondos estadounidense, afirma en su última nota semanal que, si bien los inversionistas aún creen que la reciente creación de dinero por parte de la Fed es temporal y se revertirá con rapidez, esta noción probablemente no se mantendrá si el BCE comienza a comprar bonos. En este caso, la creación de dinero sería vista como permanente y, como tal, fluiría de inmediato hacia los precios, sobre todo porque los inversionistas huirían incluso con mayor rapidez de la moneda única. La inflación se dispararía, especialmente en los países del centro de Europa.
    Ahora, los economistas argumentan que se necesita un importante diferencial de inflación entre los países del centro y de la periferia de Europa para que estos últimos vuelvan a ser competitivos. De esta forma, la inflación sería una ruta para resolver los problemas estructurales de la eurozona.
    Pero es dudoso que los alemanes acepten una inflación alta y creciente, porque eso implicaría una erosión de sus ahorros. El rescate de Europa también sería su destrucción.

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  4. El BCE estudia la compra de bonos para combatir la deflación, según “Der Spiegel”
    El BCE parece que luchará contra la deflación mediante la compra ilimitada de deuda estatal, tal y como le vienen pidiendo varios países y organizaciones internacionales. Al fin, parece que accede a la insistente petición de varios países de la eurozona y se plantea lanzar un programa de compra de bonos para dar una inyección de liquidez al mercado, combatir así los riesgos deflacionarios y animar a la recuperación económica que tanta falta le hace a la vieja Europa. Así lo indica al menos la revista alemana “Der Spiegel” que dice que los expertos del BCE ya están preparando las medidas correspondientes, aunque a juicio de Draghi se plantearía como último recurso. En un principio habría un programa de compra de bonos por valor de un billón de euros y si no resultara suficiente se lanzaría un segundo programa.

    De momento, según la revista, los expertos examinan qué bonos de deuda soberana debería comprar el BCE en caso de que el programa se lleve a la práctica. Una variante podría ser la compra en función de la cuota de capital que tienen los estados miembros en el BCE. Si se siguiera dicho procedimiento, un 25 % de los títulos comprados serían alemanes, un 20 % franceses y un 18 % italianos. También sería plausible, dicen, que la cuota se establezca por la participación en el mercado de los bonos estatales, en cuyo caso el primero sería Italia. El programa podría incluir además la compra de bonos privados. De momento, el rotativo alemán todo lo plantea en condicional. Draghi, según "Der Spiegel", quiere tener los planes preparados como un arma de última hora, pero nadie en el banco quiere que se lleven a la práctica estas medidas. Se pondrá en marcha únicamente si resultan necesarias.
    JM.C.M Alumno de 1C de Bachillerato

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    1. De momento no hay necesidad
      Aunque Der Spiegel afirma que Draghi ha señalado que de momento no hay necesidad de actuar al respecto, los expertos del BCE ya están preparando las medidas correspondientes.
      En un comienzo, habría un programa de compra de bonos por valor de un billón de euros y si este no resulta suficiente se lanzaría un segundo programas.
      De momento, según la revista, los expertos examinan que bonos de deuda soberana debería comprar el BCE en caso de que el programa se lleve a la práctica. Una variante sería guiarse por la cuota de capital que tienen los estados miembros de la eurozona en el BCE.

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